Investigadores españoles y escoceses han desarrollado ladrillos ecológicos más resistentes a las condiciones climáticas. Al material arcilloso con el que se fabrican estos bloques, se les agregan fibras de lana que son unidos con alginato, un polímero natural que se extrae de las algas.
Como resultado, se obtienen ladrillos más resistentes y ecológicos, según una nota publicada en octubre 2010 en la revista Construction and Building Materials. Entre las ventajas, se ha demostrado que las fibras, además de mejorar la resistencia de los ladrillos, minimizan las fisuras y deformaciones por contracción, reducen el tiempo de secado y aumentan la resistencia a los esfuerzos de flexión. Las pruebas realizadas demuestran que el compuesto es un 37 por ciento más resistente que otros ladrillos de tierra estabilizada sin cocer.
Carmen Galán y Carlos Rivera son los autores del proyecto e investigadores en las Escuelas de Arquitectura de las universidades de Sevilla, España y de Strathclyde Glasgow, Reino Unido.
Su trabajo fomenta el desarrollo de materiales de construcción que contribuye al ahorro energético. Para ellos, esto es una “alternativa más sostenible y saludable que los materiales de albañilería convencionales, como la arcilla cocida y los bloques de hormigón”, según expresaron a los medios.
Además, “El objetivo era elaborar ladrillos reforzados con lana, y obtener un compuesto más sostenible, no tóxico, que empleara materiales locales abundantes, y mejorara su resistencia mecánicamente”, explicaron. Por Mauro Durand, Agroconsultora Plus. Noviembre 2010
Como resultado, se obtienen ladrillos más resistentes y ecológicos, según una nota publicada en octubre 2010 en la revista Construction and Building Materials. Entre las ventajas, se ha demostrado que las fibras, además de mejorar la resistencia de los ladrillos, minimizan las fisuras y deformaciones por contracción, reducen el tiempo de secado y aumentan la resistencia a los esfuerzos de flexión. Las pruebas realizadas demuestran que el compuesto es un 37 por ciento más resistente que otros ladrillos de tierra estabilizada sin cocer.
Carmen Galán y Carlos Rivera son los autores del proyecto e investigadores en las Escuelas de Arquitectura de las universidades de Sevilla, España y de Strathclyde Glasgow, Reino Unido.
Su trabajo fomenta el desarrollo de materiales de construcción que contribuye al ahorro energético. Para ellos, esto es una “alternativa más sostenible y saludable que los materiales de albañilería convencionales, como la arcilla cocida y los bloques de hormigón”, según expresaron a los medios.
Además, “El objetivo era elaborar ladrillos reforzados con lana, y obtener un compuesto más sostenible, no tóxico, que empleara materiales locales abundantes, y mejorara su resistencia mecánicamente”, explicaron. Por Mauro Durand, Agroconsultora Plus. Noviembre 2010
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